Es una agricultura ética libre de pesticidas y abonos químicos de síntesis, no transgénica, que beneficia a todos los seres vivos y a la Diosa Madre Tierra, contribuyendo a una sociedad más culta y con mejor calidad de vida. Combinando los conocimientos científicos y la investigación con la sabiduría tradicional.

La agricultura ecológica trata de crear sistemas de producción basados en el respeto al medio natural, utilizando como fertilizantes abonos orgánicos para mantener la productividad de la tierra, creando y aprovechando ecosistemas en los que vivan predadores (aliados) que regulen las plagas y viendo siempre a la naturaleza como un ente vivo al cual debemos mimar. También es necesaria la energía del Sol y el conocimiento de los ciclos de la Luna, para obtener así producciones más rentables y de superior calidad. La agricultura ecológica tiende a comprender el baserri como un singular ecosistema en el que el hombre y la mujer se integren de modo completo aportando los elementos técnicos, el recubrimiento simbólico y el sentido.